Falconfeather Gibberling
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| Tema: La Leyenda de las Hojas de la Luna, obra relatada por Esmeralda Hana Dom Sep 07, 2008 3:06 pm | |
| 1372 Año de la Magia Salvaje, Beregost
Obra Relatada por Esmeralda Hana
La Leyenda de las Hojas de la Luna:El silencio de la noche envolvía cada esquina de las pequeñas calles de Beregost, el viento soplaba con fuerza zarandeando un viejo cartel, que colgaba del porche de unos de los mesones del lugar, que decía: Mesón del Brujo Ardiente.
La agradable música de una flauta, el murmullo de las voces del interior y el fuerte resplandor del fuego de la chimenea del salón, quebraba el reino silencioso de la noche en Beregost.
El ambiente de lugar se centraba, atento, en la actuación y la agradable música de una muchacha vestida con un hermoso vestido lila, tocando una hermosa flauta echa de marfil y que en la boca de esta, quedaba representada una escultura de una elfa alada.
Todos los lugareños de lugar, quedaron prestos a escuchar la bonita voz y música de la muchacha, mientras sus compañeros, Sheriel y Eowoel expectantes, daban pequeños tragos a la bebida que había sido servida por la camarera del lugar.
Acompañada de la música de su voz y de la flauta se dispuso, la muchacha, a comenzar el relato de la “Leyenda de las Hojas de la Luna”:
En los primeros años del Calendario de los Valles, cuando el antiguo bosque de Cormanthor aun era joven y este era el secreto reino de los elfos. Estallo una disputa entre las más altas casas de la nobleza élfica, en la magnífica ciudad de Myth Drannor antigua capital de la Corte Élfica.
La disputa nació de la muerte del último “Ungido”, titulo denominado y elegido por las mas altos y sabios nobles de la corte élfica. Los elfos dorados altivos y orgullosos, creyendo su superioridad racial frente a las otras subrazas élficas exigían la creación de una casa real, situación que les favorecía por las grandes influencias políticas, económicas y sociales, que estos controlaban.
Ante el peligro de una guerra civil en el seno del reino, la vieja corte estallo en gran número de disputas, hasta que llegaron a la conclusión de acudir al consejo del más sabio de los elfos, que muchos siglos atrás se retiro de la esfera política, para llevar una vida de estudio y de retiro.
Este se presento ante la corte élfica atendiendo a la suplica de estos, sugirió una solución, que para sorpresa de todos, anuncio que era una decisión tomada por el mismísimo Corellón Larethzian. No revelo muchos detalles sobre tal decisión tomada por el Patrón de los Elfos, lo único que dijo fue que se reuniera todo el pueblo élfico en el Claro de la Luna, santuario de Sheanine Moonbow.
Los días pasaron hasta llegar el gran día, donde las más nobles de las familias élficas se reunieron en círculo, en un orden señalado por el mismo ermitaño y sus ayudantes que trabajaban en unas hermosas espadas pero de filo apagado y sin vida. Cuando el clamor de los elfos ceso, el ermitaño se dispuso hablar.
-Ermitaño: Corellón me ha dado la sabiduría necesaria para decidir la formación de una casa real élfica, pero que no será creada hoy, ni mañana, ni dentro de un siglo sino que se dará lugar dentro de varias generaciones de elfos. Cada casa noble deberá probar su valía, honor y sabiduría durante cada generación de elfos de su propia casa y ser dignos de las nominadas “Hojas Lunares”, armas que serán bendecidas por los mismísimos Sheanines y mediante un conjuro que solo Corellón me enseño a mí.
-Ermitaño: Pero tener cuidado a la hora de tomar una decisión a la hora de tomar una de estas espadas, ya que alguien que intente poseer una de estas espadas y no ser dignos de corazón de ellas, llevara a la muerte. Así que esto lo rezo en forma de suplica, no enviéis a más de un vástagos de vuestras nobles casas a la muerte por orgullo o hazañas pasadas ya que estas no serán la balanza por la que se juzgara al corazón élfico del poseedor sino por la pureza de su sangre, sus pensamientos y coraje.
-Ermitaño: Llegara el día en que una de estas espadas, tras pasar muchas generaciones de elfos que antiguamente poseyeron cada arma, será la más poderosa y noble de todas ellas, en ese día nacerá la primera casa real élfica y todos y cada una de las casas élficas tendrán que rendir pleitesía al rey o reina que posea ese arma. Sin más, buena suerte y atended a mi advertencia, no enviéis a la muerte a más de un vástago.
El ermitaño tras advertir al pueblo élfico de los riesgos de las denominadas Hojas Lunares, lanzo un poderoso conjuro que hizo desmaterializarse al ermitaño despareciendo en energía blanca que se disperso por cada hoja lunar dando vida al filo de cada una de ellas.
Muchos nobles desoyeron las advertencias del viejo ermitaño y murieron muchos elfos aquel fatídico día, y tan solo unos pocos pudieron ser dignos de las hojas lunares, que dolió fuertemente el orgullo de los elfos solares, ya que la mayor parte de los dignos poseedores de las hojas fueron elfos plateados y no solares. | |
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