Historia de Rado Van

Como en muchos otros lugares en los ultimos tiempos y en otros lugares de Faerun, muchos druidas de Khauntea de los bosques cercanos a la aldea de Rado, decidieron abandonar poco a poco el culto.
Consideraron que la diosa se habia traicionado a si misma. El favorecimiento de la agricultura en las pequeñas villas hacian que éstas aumentaran de población y extensión, y que ello hacia que los bosques disminuyeran. Muchos de esos druidas se pasaron a otros cultos como Silvanus.

La confusión de Rado se hizo patente. Habia seguido a esos druidas desde adolescente cuando un dia le observaron jugar con un ave que hoy todavia es su mejor amigo: Milady, un halcón hembra.
No solo jugaba sino que adviertieron que el muchacho se entendia con la rapaz como con una persona. Le comenzaron a iniciar en el camino del druida, a enlazar sus rezos a Khauntea con las fuerzas de la tierra. Como una esponja y siempre de buen grado, el chico fue absorbiendo los conceptos de ser un servidor de la naturaleza.

Pero ahora, con los druidas en retirada, Rado se debatia en seguirles o quedarse en la aldea. Algunas cosas le hacian dudar en marchar .
Su hermano Lewis Van, igual que Rado y la mayoria del pueblo era devoto fiel y humilde de la diosa de la agricultura.
Lewis servia al clero de Khauntea en distintas tareas como es la bendición cosechas. Describía a los druidas como fanáticos contrarios al progreso.
Pero con el tiempo observó como Lewis se volvía el clásico clérigo vividor del cuento. Rado Van se dió cuenta de que hizo mal en quedarse con su hermano.
Tomó al fin la decisión que debió coger hacia mucho tiempo y escoger su propio camino del druida. Se convirtió en un druida errante. Siempre fiel a la Madre Tierra.

Rado es el tipico aldeano que se cree muy moderno pero que queda en evidencia cuando baja a la ciudad. Apenas sabe escribir, leer y contar y lo poco que se le quedó de la escuela pues siempre fue un chico distraido mirando por la ventana hacia el bosque.
Lo que sabe o cree saber en la actualidad le viene de su hermano clérigo mas instruido y de mercaderes y viajeros que llegan a su apartada aldea de vez en cuando. Se le mezcla a menudo la tradicion con la supersticion y el conocimiento real de los pueblos pequeños. Su verdadera fuerza y sabiduria está en su fidelidad a la diosa con la que con freuencia imagina conversar.

Habituado a la vida al aire libre se siente aprisionado en los subterraneos rozando la claustrofóbia.