Historia de Elvewyn

El metal acompañaba en cada paso hundido en el barroso terreno de las inmediaciones rurales a Puerto Final. La noche habia quedado adornada por un sin fin de estrellas y constelaciones abordadas por un desorden lunar que ya era algo mas que habitual en aquellas noches de frío y cuasi polar invierno. La húmedad era practicamente entumecedora y costaba caminar por los estragos que toda en si habia causado en el basto terreno de la zona.

Acompañado de casualidad por una húeste de soldados o campesinos con alabardas,nunca he sabido distinguirlos del todo, a cualquier cosa la llaman soldado hoy en dia, las precarias indicaciones me llevaron hasta el templo mas cercano. Y oh bendición Tyr es grande y sabe dar cobijo a sus seguidores.
El sumo sacerdote de la zona, un cansado y viejo enano para mi gusto demasiado charlatan, me ofreció resguardo en la posada local de moda, bastaba con decir que era la única posada en unas cuantas leguas de camino bajo la noche estrellada, con eso hubiera sido suficiente.

No permanecí mucho mas de dos dias en ese olvidado aunque famoso lugar dejado de la mano de los altos. me enrole en el primer carruaje que partia hacia el sur de la Costa de las Espadas, esperando dar con lo que andaba buscando desde hace mucho tiempo.Aventuras con el fin de demostrar de una vez, quienes deben portar la antorcha en esta hora oscura.
El tiempo de los elfos debe regresar y para ello es necesario que nos rebajemos a viajar como antaño a ese tumulto de continente en pos de si cabe arrojar algo de conocimiento y si se tercia esperanza, y de paso cortar algunas cabezas orcas...

Mientras me arremolinaba en mis como siempre profundos pensamientos, me profanaba a mi mismo en esa debacle moral que me habia alejado de la casa de mis antiguos, la grandeza elfica debia restablecerse, y Tyr comprendia esa grandeza.
Desde los dias de la traición de la Dama Araña, la a mi ver deserción del Cazador Sevarash, hemos caido en dudas semblantes a las que forman parte de la vida humana, remilgos semielfos, trifulcas enanas y trivialidades medianas. Es hora de alzarse de nuevo como antaño sobre estas ramas de la vida de sobras conocida y hacer comprender a nuestros hermanos embelesados por los misterios de Faerun que nuestro sitio esta aqui, en Ethernion, y nos fue dado por la mejor de las razones.

Por fin la parte que carecia de interes del viaje habia tocado a su fin. Extensos bosques, llanuras de mis soñados verdes, y bosques perdidos entre mas bosques olvidados, Las inmediaciones de Beregost eran mi primer objetivo, alli esperaba dar con un grupo lo suficiente temerario y porque no sensato que me ayudara en mi quizas interminable batalla contra los hijos de la oscuridad, ni Bane ni Malar, ni siquiera Cyric, no tendrian tregua...

Sin embargo pase largos meses cargados de paz y demasiada tranquilidad, recitando mis salmos y acudiendo a mis diaria cita con la espada, sin dejar de lado las extensas noches entre pergaminos y escritos antiguos, recopilados por la cultura humana desde hace cientos de años, las travesias de los elfos salvajes, la caida de por asi decirlo de Luskan, los resquicios del imperio Netheril, y la desertizacion del Anaoruch. Leyendas, mitos los que fueran, pero sin duda de una anturaleza que haria arrancar a correr en su inmediata direccion al mas precavido de los aventureros.
Era una tierra de aventura, y yo habia malgastado mi tiempo, en exceso.

A la mañana siguiente pude comprobar y agradecer a Tyr por la llegada de un grupo insolito de aventureros que se habian apostado en las inmediaciones de la ciudad.

Con los que viviria aventuras sin tregua ni parangon, y donde junto con sus pasos me abriria camino a traves de lo largo y ancho de la Costa de las Espadas...

Pero esa es otra historia que tambien sera contada.

Namarie

*Terminado este fragmento de su diario, Elvewyn se armo como tiempo atras con la Estrella del Alba y sus pertenencias mientras sus compañeros aguardaban en la salida de la enrome y bella Beregost.*

*Fando se cuela en la tienda de campaña de Elve y devuelve el diario a su sitio*
(¿el tiempo de los elfos? ¿imperio de Netheril? ¿debacle moral? Este tio necesita mojar...)

PD: Buena historia tio xD, y bienvenido de vuelta. Ya era hora! xd

Bienvenido, ya tengo ganas de que vuelvas a jugar con nosotros, y buena historia.